13El transporte directo a un centro de referencia para el tratamiento endovascular podría no ser la mejor opción para pacientes con diagnóstico final de hemorragia intracerebral o ictus hemorrágico, según los resultados de un estudio publicado en la revista JAMA Neurology. La investigación, que forma parte de un análisis secundario del estudio RACECAT, ha sido liderada por investigadoras del Instituto de Investigación Germans Trias i Pujol (IGTP), el Instituto de Investigación del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau – IIB Sant Pau y el Hospital Universitario de Girona Dr. Josep Trueta – IDIBGI.
Los resultados de este estudio han ido acompañados de la publicación de una editorial en esta prestigiosa revista científica, que pone de relieve la necesidad de reevaluar los protocolos de selección y traslado de los pacientes con ictus en función del tipo de ictus, la gravedad de los síntomas y la localización, y sugiere que, en pacientes con un subtipo de ictus hemorrágico, la oportuna estabilización de los pacientes en el centro asistencial más cercano, seguida de la transferencia a centros de tratamiento más especializados, puede ser una estrategia efectiva para mejorar los resultados en salud.
El estudio RACECAT se llevó a cabo en Cataluña entre marzo de 2017 y junio de 2020 con la participación de todos los hospitales receptores de ictus y el Sistema de Emergencias Médicas (SEM). Analizó a más de un millar de pacientes con ictus grave y evaluó dos enfoques: enviarlos directamente a hospitales con capacidad para realizar tratamientos endovasculares o enviarlos al hospital más cercano, con un posible traslado posterior si es necesaria una trombectomía. El proyecto fue liderado por investigadores del IGTP, Vall d’Hebron Instituto de Investigación (VHIR), y los servicios de Neurología de los hospitales Germans Trias i Pujol (HUGTiP) y Vall d’Hebron.
La Dra. Natalia Pérez de la Ossa, colíder del Grupo de Investigación Neurovascular del IGTP y coordinadora de la Unidad de Ictus del HUGTiP, comenta: “RACECAT nos ha demostrado que la decisión del traslado no puede ser la misma para todos los casos, ya que depende de muchos factores. Es necesario individualizar la decisión y encontrar herramientas que nos permitan distinguir el tipo de ictus cuando el paciente está en la ambulancia para decidir el mejor destino. Actualmente se utiliza la escala RACE, que valora la gravedad del ictus, pero seguimos investigando para optimizar los protocolos y avanzar el tratamiento en función de las necesidades de cada caso”.
El estudio secundario de RACECAT publicado recientemente en JAMA Neurology pone el foco en las hemorragias intracerebrales, incluyendo a los 302 pacientes con ictus hemorrágico incluidos en el estudio RACECAT. Este tipo de ictus es el menos frecuente, entre un 15 y un 20% de los casos, y suele tener un pronóstico más grave.
La primera autora del estudio, la Dra. Anna Ramos, investigadora del Grupo de Enfermedades Cerebrovasculares del Instituto de Investigación del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau – IIB Sant Pau y neuróloga vascular adjunta del Servicio de Neurología del mismo hospital, explica que “en el ictus hemorrágico, causado por la rotura de una arteria que produce una hemorragia, existen dos estrategias: una actuación sencilla, como bajar la presión y controlar el azúcar, o una actuación compleja, con el traslado del paciente a centros con UCIs especializadas y neurocirujanos. Esta segunda estrategia implica a veces traslados más largos y, por tanto, un retraso en el tratamiento. Por este motivo, determinar el circuito a seguir en el ictus hemorrágico es muy importante para saber cuál de estas dos estrategias es necesario aplicar y para trasladar a los pacientes de una forma segura”.
Los resultados del estudio señalan que el transporte directo a un centro de tratamiento endovascular en lugar del centro local más cercano aumenta las complicaciones médicas para los pacientes con ictus hemorrágico y puede tener consecuencias negativas a posteriori. Pasados 90 días, los pacientes trasladados directamente a un centro de referencia para el tratamiento endovascular mostraron un peor resultado funcional y mayor tasa de mortalidad en comparación con aquellos enviados al más cercano.
Para la Dra. Yolanda Silva, adjunta del servicio de Neurología del Hospital Josep Trueta e investigadora del Institut d’Investigació Biomèdica de Girona (IDIBGI), una de las principales conclusiones del estudio es la necesidad de “seguir avanzando en la investigación de nuevos métodos para una selección más precisa en origen del paciente con ictus y, de esta forma, realizar la derivación más idónea”. Silva también destaca cómo este estudio puede mejorar los protocolos actuales de transporte prehospitalario en casos de ictus: “Muchos de estos pacientes realizan broncoaspiraciones durante el traslado y un tratamiento antiemético previo puede ser una medida positiva”.
Estos resultados aportan evidencia que ayudará a mejorar los protocolos actuales de transporte prehospitalario en casos de ictus y plantean preguntas sobre la efectividad de llevar a los pacientes directamente a centros de tratamiento endovascular cuando se sospecha de un ictus hemorrágico.