Cochrane, una organización científica internacional, ha anunciado la creación de cinco Unidades de Síntesis de la Evidencia (ESU, sigla del inglés Evidence Synthesis Unit) como resultado de una convocatoria competitiva a la que se presentaron 15 propuestas de 10 países de 6 continentes. Una de estas cinco unidades, que se encargarán de asumir encargos de síntesis de la evidencia de organizaciones de todo el mundo y producir revisiones sistemáticas de alta calidad, es la Cochrane ESU Iberoamérica, promovida desde el Centro Cochrane Iberoamericano -ubicado en Sant Pau Campus Salud Barcelona- cuyo director es Gerard Urrútia. Esta ESU estará dirigida por Eva Madrid y Tomás Pantoja. Las otras cuatro ESU son las de Australia, India, Alemania y Nigeria.
La nueva Cochrane ESU Iberoamérica está conformada por siete socios o subunidades de síntesis, entre las que figuran la del Centro Cochrane Iberoamericano, coordinada por Marta Roqué, y la de Cochrane Madrid, ubicada en el Hospital Ramón y Cajal de Madrid, coordinada por Jesús López Alcalde y Javier Zamora. Las otras cinco subunidades son las del Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria (IECS), de Argentina, la Pontificia Universidad Católica de Chile, el Instituto Universitario del Hospital Italiano de Buenos Aires, de Argentina, y el Centro Interdisciplinario de Estudios en Salud (CIESAL) de Valparaíso (Chile).
Además, la ESU Iberoamérica contará de entrada con tres instituciones colaboradoras para desarrollar su trabajo: Cochrane Suiza, Cochrane Holanda y la Universidad de Antioquia, en Colombia.
La distribución geográfica de las nuevas unidades, cada una en un continente, refleja el compromiso de Cochrane de producir evidencia que ayude a mejorar la salud de las personas en todo el mundo. Además de generar síntesis de evidencia de alta calidad, las unidades también adoptarán métodos innovadores, promoverán la equidad sanitaria y defenderán la integridad de la investigación, y reforzarán o desarrollarán asociaciones con las partes interesadas para apoyar la sostenibilidad a largo plazo de Cochrane.
Tras el anuncio por parte de Cochrane de la creación de la ESU Iberoamérica, su directora, Eva Madrid, señaló: «Prevemos convertirnos en una unidad líder de síntesis de evidencia en la región iberoamericana, que sea reconocida por sus metodologías rigurosas, su entrega puntual y sus contribuciones al avance del conocimiento sanitario. A través de alianzas estratégicas y tecnologías de vanguardia, aspiramos a impulsar un cambio positivo y fomentar una mejor salud y más equidad en diversas comunidades».
Por su parte, la editora jefe de la Biblioteca Cochrane, Karla Soares, destacó que las nuevas Unidades de Síntesis de la Evidencia son una parte clave de un programa de cambio más amplio en Cochrane: «Nuestro programa ‘El Futuro de la Síntesis de la Evidencia’ está teniendo un impacto transformador en la capacidad de Cochrane para ofrecer revisiones que respondan a las necesidades de nuestros usuarios en todo el mundo. Mediante la implementación de cambios estructurales, Cochrane pretende ser más ágil y adaptable en un entorno competitivo, permitiendo a la organización ejecutar eficazmente su nueva estrategia científica».