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28/10/2022

El reto en el abordaje del ictus no sólo es la supervivencia del paciente, también conseguir la máxima calidad de vida

«El tiempo es cerebro», afirma el Dr. Joan Martí-Fàbregas, jefe de la Unidad de Ictus del Servicio de Neurología de Sant Pau. Una frase que va en línea con el lema del Día Mundial del Ictus de este año: Los minutos pueden salvar vidas, pero con el mensaje de que “el éxito en ictus no sólo es sobrevivir, sino hacerlo con calidad de vida, de modo que los pacientes vuelvan a ser funcionalmente independientes”.

El Instituto de Investigación del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, tiene dos grupos dedicados al estudio del ictus: Enfermedad Vascular Cerebral y Farmacogenómica y Genética Neurovascular.

El primero, dirigido por el Dr. Martí-Fàbregas, lidera estudios en ictus isquémico: beneficios y riesgos de la trombólisis intravenosa; beneficios y riesgos del tratamiento endovascular (trombectomía mecánica), manejo de la presión arterial post-trombectomía, circulación colateral en el paciente con oclusión de gran vaso, papel de las estatinas en el ictus isquémico y hemorrágico; células progenitoras endoteliales en ictus, vulnerabilidad de la placa carotídea aterosclerótica; monitorización no invasiva del flujo cerebral con métodos ópticos aplicados. También en hemorragia intracerebral: prevención de la hemorragia cerebral por anticoagulantes; relevancia del edema perihematoma, influencia de la microbiota, factores asociados al crecimiento del hematoma, influencia del tipo de hospital y otros aspectos logísticos en los resultados clínicos.

El segundo, que lidera el Dr. Israel Fernández, se focaliza en estudios genéticos y epigenéticos del ictus, participa en varios consorcios internacionales y coordina un consorcio estatal sobre el mismo tema que engloba el trabajo de unos 15 hospitales y centros de investigación del Estado. Uno de los últimos estudios publicados, en la revista Clinical Epigenetics, ha analizado posibles cambios epigenéticos que expliquen porqué no todos los pacientes sufren las mismas alteraciones neurológicas y la misma evolución. El trabajo concluye que podría deberse a alteraciones en la metilación de un gen llamado EXOC4, implicado en el proceso conocido como excitotoxicidad, por el que las neuronas son dañadas y destruidas en el ictus.

El grupo está llevando a cabo varios proyectos en la vertiente farmacogenética, sobre fármacos que se utilizan para prevenir el ictus o para mejorar la respuesta de los pacientes. El equipo está investigando si existen factores de riesgo genético asociados a la evolución de estos pacientes después de la administración de estos fármacos y por otra parte se investiga sobre los factores genéticos que predisponen a una respuesta a los fármacos que sirven para prevenir la aparición de otros ictus en el propio paciente.

Cada minuto es importante

Por eso son primordiales la información y las campañas a la población para saber identificar los primeros síntomas y solicitar atención médica urgente, recibir los tratamientos apropiados a la fase aguda, el ingreso en Unidades de Ictus con un equipo de profesionales multidisciplinar. También hay que remarcar que el ictus puede prevenirse, y tenemos medidas para la prevención primaria y también en la prevención secundaria del ictus. Tanto la prevención como el tratamiento de la fase aguda son de especial importancia dado que el ictus es la primera causa de discapacidad y la segunda de muerte.

Es necesario considerar el ictus como una emergencia médica tratable. “Cuanto antes llega el paciente al Hospital, más podemos hacer por él. Debemos poder revertir el proceso y evitar posibles secuelas para alcanzar una máxima capacidad de recuperación, es decir, que el paciente vuelva a hacer todo lo que hacía antes a nivel laboral, social, personal… Sobrevivir no es un éxito, sí hacerlo con calidad de vida. Por eso la población, desde el propio enfermo hasta su familia, los compañeros de trabajo… todo el mundo debe saber identificar los síntomas de sospecha de ictus”, según el Dr. Martí-Fàbregas.

“El mejor tratamiento aplicable para todos los enfermos es el ingreso en una Unidad de Ictus, como la que tenemos en Sant Pau, al igual que los enfermos con infarto agudo de miocardio ingresan en una Unidad Coronaria. Está demostrado que esto sirve para cambiar la evolución de los enfermos”. Además, el Hospital tiene una Comisión Multidisciplinaria del Ictus, de forma que los profesionales de los diferentes servicios y ámbitos de tratamiento evalúan los casos uno a uno y proponen acciones de mejora que más tarde se ponen en práctica en casos reales. Esto ha permitido avances en la rapidez de administración de tratamientos, convirtiéndose en uno de los hospitales con mejor tiempo de respuesta y resultados clínicos y un protocolo compartido de derivación de pacientes procedentes del Sistema de Salud de Andorra.

El Dr. Martí-Fàbregas destaca que “un elemento clave en el abordaje del ictus es el trabajo multidisciplinar y coordinado entre los profesionales” de Neurología, Urgencias, Anestesia, Neuroradiología, Radiología Intervencionista, Enfermería quirúrgica, Enfermería de Urgencias, Fisioterapia y Rehabilitación , Logopedia, traslado, y la estrecha colaboración con el Servicio de Emergencias Médicas de Cataluña (SEM).

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