Los perfiles clínicos del síndrome post-COVID, es decir, de las secuelas que deja esta enfermedad después de sufrirla, son diferentes en función de si los pacientes han necesitado ingreso hospitalario, si han estado en la UCI o si han pasado la enfermedad en casa.
Según los resultados de un estudio liderado por la Dra. Rosa Güell, investigadora del Instituto de Investigación del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau – IIB Sant Pau y experta en rehabilitación pulmonar, los pacientes que presentaron una enfermedad más grave, es decir, aquellos que necesitaron pasar por la Unidad de Cuidados Intensivos, tienen una mayor pérdida de fuerza muscular -especialmente de los pulmones- y su capacidad de esfuerzo es inferior respecto a los pacientes menos graves. Por el contrario, los enfermos que no ingresaron en la UCI presentan más secuelas emocionales y ansiedad.
“Sorprendentemente, nos hemos encontrado con que los enfermos no ingresados, e incluso los ingresados en sala están peor desde el punto de vista emocional. Es decir, tienen mucha más ansiedad y depresión respecto a los ingresados en la UCI”, detalla la Dra. Güell.
“La explicación no la sabemos. Nuestra hipótesis es que los pacientes de la UCI recibían mucho apoyo desde el principio: del fisioterapeuta, del equipo médico, del personal de enfermería. Todos estaban muy pendientes de ellos. Entonces, es muy probable que hayan tenido la sensación de acompañamiento, además del efecto psicológico de haber superado algo muy grave. Puede que este hecho les haya ayudado a reducir la ansiedad mientras que los que han estado en la sala o en casa posiblemente se han sentido más solos”, añade la Dra. Güell.
El trabajo, publicado en la prestigiosa revista PLoS One, compara retrospectivamente los diferentes patrones de síntomas en relación con la gravedad de la COVID-19 aguda en pacientes visitados en la Unidad de Rehabilitación Post-COVID del Hospital de Sant Pau.
Los investigadores estudiaron diferentes medidas respiratorias, musculares, cognitivas, emocionales y de calidad de vida relacionadas con la salud en tres grupos de pacientes post-COVID: los que no habían requerido hospitalización por la enfermedad aguda, los que habían sido ingresados en una sala de hospital general, y los que habían sido ingresados en la UCI.
En concreto, se analizaron los datos de 178 pacientes post-COVID (91 ingresados en la UCI, 60 en la sala y 27 que no habían requerido ingreso) en la primera visita a la Unidad de Rehabilitación Post-COVID. Los síntomas más frecuentes en todos los grupos fueron la fatiga (78,2%) y la disnea o dificultad respiratoria (75,4%). La fuerza muscular y la capacidad de esfuerzo fueron inferiores al grupo de la UCI. El componente mental y el nivel de ansiedad fueron peores en los pacientes no ingresados en la UCI. No se encontraron diferencias entre los grupos en lo que se refiere a la presión respiratoria, pero 30 de 57 pacientes con una disminución de la presión inspiratoria máxima no habían requerido ventilación mecánica.
La Dra. Güell explica que es habitual que los pacientes pierdan fuerza muscular después de haber sido tratados con ventilación mecánica por cualquier causa. Sin embargo, en este caso, se ha podido comprobar que muchos enfermos con COVID-19 que no habían requerido ventilación mecánica presentaban debilidad muscular respiratoria. “Este hallazgo nos hace pensar que, posiblemente, este efecto no es sólo por el reposo muscular que favorece la ventilación mecánica y que seguramente existe un efecto directo del virus sobre la musculatura pulmonar”.
Artículo de referencia
Perrot JC, Segura M, Beranuy M, Gich I, Nadal MJ, Pintor A, Terra J, Ramirez E, Paz LD, Bascuñana H, Plaza V, Güell-Rous MR. Comparison of post-COVID symptoms in patients with different severity profiles of the acute disease visited at a rehabilitation unit. PLoS One. 2022 Sep 16;17(9):e0274520. doi: 10.1371/journal.pone.0274520. PMID: 36112577; PMCID: PMC9481013.